Al tener un conocimiento previo de la zona, hemos analizado
lo que nosotros consideramos el “límite” entre el tejido industrial y la
ciudad; así como la presión de expansión y absorción que ejerce la ciudad sobre
el polígono. Esto hace que el polígono mute adoptando programas más conectados
a la ciudad y ésta adapta su tipología en función de la relación establecida.
Si bien hay dos subzonas o polígonos diferenciados en el
desarrollo del eje (Urtinsa I y II y San José de Valderas) nos pareció
necesario representarlo de manera continua, por confrontación y por un tema de
escala.
Nos han interesado los bordes difusos como espacios de
convivencia.
También hemos reflejado ciertas anécdotas programáticas de la
historia del lugar.
trabajo realizado junto a Javier Peláez García.
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